De este aire de lluvia…
Que llega…
Me asfixia…
Y recorre mi piel…
Y te guardas muy adentro…
De mi…
De todo ese veneno…
Que envuelve ese tacto…
De eso que todo el mundo se queda…
Y llegas cuando menos te espero…
Y te aseguras… por ahí…
Los recuerdos…
La locura…
De sentirte otra vez…
Y aun cuando me avisas que aquí estas…
Te llevo tan tatuada en la piel…
Que no es fácil saber…
Si apenas llegas…
O siempre has habitado en mi piel…
Y los destellos dorados…
Se cuelan… por doquier…
Y tu…
Como siempre ahí…
Observando los torbellinos
De la piel…
Sin preguntas…
Sin respuestas…
Pero ahí…
Como ese tiempo sin amor…
Como sangra el tiempo…
A cuenta gotas…
Y como agua de cristal…
Me intoxicas…
Me consumes…
Y cada mañana…
Es como cielos inmensos
De tanto de esto que ahí por acá…
Y me tapas...
Me cubres...
Y me regalas esa luna...
Y ese mundo de sensaciones...
De recuerdos...
De esas cosas que nunca
me debieran abandonar...
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