El mundo se detuvo...

No puedo contar mucho, porque llevo pocos años morando por acá, quizás unos cuarenta  y algo, pero en este paso por la tierra, y según cuenta la historia, la humanidad, nunca había tenido a su paso, entre guerras por el poder, el territorio, las riquezas naturales, la economía, la hegemonía,  el control y ante todo por demostrar quién es el que tiene el control militar y poder de armas,  el control tecnológico, la economía más estable, el poder adquisitivo, las empresas más exitosas, las transnacionales mas hegemonías, la tecnología que rompe fronteras, que vigilan, que controlan,  pasamos a un terreno inexplicable  e incontrolable, y aquí hago una pausa, ya que a mi pensar creo que si hay cura para todo lo que nos está pasando solo que aún no la han querido publicar. Pasamos a las guerras silenciosas, las que han acabado a través de la historia con más humanos que las guerras, las enfermedades, las bacteriológicas, como la pandemia que hoy en día nos está azotando….

Y que han logrado que nos detengamos en medio de una era donde nada nos detiene, ni nos separa estamos a un clic, un botón de estar viendo y escuchando a alguien que está al otro lado del mundo… donde el dinero falta porque no tienes ni el ingenio ni las ganas de salir y buscarle… porque en esta época tan materialista que vivimos, donde como te ven te juzgan, las modas, la música, lo caro, la tecnología, dejaron muy atrás al conocimiento…

Las nuevas generaciones solo piensan en viajar, conocer el mundo, porque lo han visto a través de un click y no se quieren perder la oportunidad de verle con sus propios ojos, donde la familia disfuncional  es más común y la familia tradicional escasea, se crean nuevos tipos de familias y el mundo sigue rodando…

Un virus nos detuvo y no lo podíamos creer…

Íbamos demasiado aprisa… el 2020 considerado el año de  grandes cambios donde  volvíamos hacernos más humanos…  y de golpe fue deteniendo a cuesta del pago de miles de personal muriendo… ese es el precio que aún seguimos pagando…. porque hoy al escribir estas letras en mi país México, se ha declarado la fase 3 de contagio masivo, desde el pasado mes de Marzo están en confinamiento,  las clases se detuvieron,  las personas que pudieron trabajan desde casa, muchas empresas cerraron, otras tuvieron que adaptarse a las nuevas condiciones… y hoy a más de mes y medio … aquí seguimos detenidos… las grandes potencias, algunas ya empezaron a salir de sus estragos… con muchos miles a cuestas menos… otros estamos en medio de ella… y otros muchos ya no están… nos detuvieron… corríamos libres… y la naturaleza volvió a su sitio… y me hace reflexionar y espero que no solo a mí, sino a todos los que estamos en casa, trabajando en condiciones de muchos cuidados, para no contagiarnos, de los que batallan día a día para ayudar a  muchos a que sobrevivan a este virus, de los que salen de sus casas a seguir  trabajando para que otros muchos miles más puedan estar en casa resguardados esperando para poder salir… aún no sabemos cuándo saldremos de nueva cuenta a sentirnos libres de respirar aire fresco, de dar ese abrazo que tanto necesitamos, de compartir ese tiempo, de volver a la cotidianidad, de caminar libre, así como la naturaleza lo está haciendo hoy que estamos en casa guardados y la vemos a través de un cristal… y solo  han pasado 4 meses  y el agua de las playas de los mares y ríos es más cristalina, el aire contaminado ha bajado y en algunos lugares casi ha desaparecido, los animales andan libres en las calles donde antes corrían los niños o caminábamos nosotros … Y si escribo estas líneas hoy es para recordarme algún día, cuando  el mundo me vuelva absorber y pierda mi camino, mi generación recuerde que nos detuvimos…  nos detuvieron …  y  nos recordó lo humano, los frágiles que somos, que trabajando unidos se trabaja mejor, que hay cosas más importantes, que el ahorrar, el trabajar, el tener un techo, comida, trabajo, familia, amigos, salud, aire puro, salud es un bendición, que muchos, no terminaran de contar, que esta limpieza natural, provocada, o como allá sido… nos tocó vivirla y el mensaje es claro, hay que agradecer esta nueva oportunidad que tenemos de empezar y empecemos más humanos, más unidos y con la lección aprendida  de que la vida nos demuestra que en un segundo el mundo se puede detener…