21 abril, 2020

Sueños nada triviales... de madrugada...





Entre copas de media noche
Y un par de aguas saladas vienes a colarte a mi presente

He de confesarte que pocas veces te pienso…

Mas siempre estas presente…

Nunca he aceptado que te quiero…

Ya sabes no suelo decir palabras al viento

Pocas veces te nombro...

Entre tantos versos

Que mi soledad acompañada…

Es una cuesta que aún no logramos vencerte…

Que esta soledad arraigada aquí…

Compañera de noches eternas

Me acaricia…

Me entiende…

Me envuelve entre sus brazos

Sabe que siempre te he buscado...

En una mentira bien planeada…

Esta distancia agotadora…

En un abrazo eterno…

En una soledad compartida…

Y en miles de mentiras que he diluido

Gota a gota en este tintero de historias

De mi vida nada trivial…

En esta larga noche…

Me robas el sueño...

Y entre recuerdos se despierta está mujer...

Que lleva meses desempolvándose…

De los sueños rotos de su andar...

Recordando una a una las cicatrices de sus pasos...

Los recuerdos guardados en los recovecos que abundan por doquier…

Hace un par de años...

Una larga noche platicando con la luna…


Decidió guardar uno a uno los recuerdos

Y reinventarse el rumbo...

No volver a creer en promesas...

Ni en te quiero...
Ni necesitar nunca más un abrazo donde refugiar mi vuelo...

Recogió uno a uno esos sueños por compartir...

Y se juró nunca más quererlos...

Que le bastaría el vivir día a día solo de recuerdos...

Que no permitiría que nadie sería mejor jugador en este juego Que ya había perdido mucho...

Y era tiempo de callar los sueños...

De volver a poner los pies en el suelo...

De guardar las alas rotas

De curar las heridas del pasado

De deja de leer los ojos

De refugiarse en un abrazo.

De decir te quiero...

Y ese sentimiento eterno...

No viviría más que en sus recuerdos...

Y aun cuando cada noche que miraba la luna…

Se asomaban por sus pupilas...

Y cuando el viento se reflejaba en cada uno de sus poros...

Sabía que querían salir...

Y el olor a tierra mojada...

Y la lluvia mojando su piel...

Y esa tonta frase en esa canción...

Ahí estaban tocando día a día la puerta...

Pasaron los minutos…

Los días…

Los meses…

Y los años...

Logró engañarlos…

Aunque las letras al viento le recordaban todo el tiempo...

Siguió su andar…

Negando una…dos…

Las veces que fuesen necesario...

Y si te vi tantas veces quitarme el sueño…

Despertar llamándote...

Y el pasar de los años buscando la llave para volver a verle...

He leído tus cartas...

Te he buscado entre la gente...

Y he aceptado que a pesar de todo…

El tiempo no es suficiente…

De qué te vea…

Y crea en ese salto de fe...

Al más mínimo paso en falso...

Siento esas ganas de correr…

Y no volver...

No quiero volver a sentirme frágil…

Ya no soy tan fuerte...

El tiempo agotó un poco las reservas...

Tengo fe...

Y sé te confieso, es mucha...

De qué alguien llegue y me sujete…

Y no me deje caer más en estos demonios

De mis miedos...

Y me quiera...

Y me deje querer le...

Y tengamos sueños compartidos…

Muy pocas veces suelo decirlo...

Pero últimamente lo traigo muy presente...

Y la mujer dormida en mí… testarudamente

Me exige su tiempo y esas ganas locas de amar...

Y que la amén...

De volver a buscar el hilo rojo...

De perderse en una mirada....

De encontrar ese compañero de vida…

Que quizás…

Alguna dia…. Pueda morar en mi vida… Nada trivial…

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