Mi infancia fue como muchos contemporáneos, jugar con los
primos, los vecinos, los hermanos, saltar, correr por las calles, a las agarradas,
la cebolla, el elástico, reclamo del reino, a la comidita, pelota, celebrar los
días festivos con reuniones en casa de alguno, avalancha, bicicleta, patines,
muñecas… y debo decir que al ser la mayor tengo 2 hermanos por lo cual el jugar
con canicas, las guerras de las galaxias,
sus muñecos fueron novios de mis barbie, jugué patineta, fútbol,
softbol, bueno las veces que me dejaban, porque siempre les quitaba las ganaba
las canicas… tuvimos una infancia diferente, a ellos les toco el inicio de los vídeo juegos, Mario bros, el
de los patitos y el inche perrito que se reía de uno cuando no le atinaba a las
palomas para jugar con la pistola, street fighter, el abugueeee….. y todas esas
cosas que vimos en nuestra infancia y adolescencia…. Beverly hills 90210…que
las nuevas generaciones no podrían entender… que las vivimos con en cada uno de nuestros poros, las rodillas
marcadas, las cicatrices que aun tenemos… que indican que vivimos y
sobrevivimos ahí afuera, debo confesar que si tengo muchas varias, que me hice
con la avalancha, la de mi cara por correr
de extremo a extremo y no poder frenarme y me estampe con un pilar…
y mi querido hermano me abrió al ir a
ver de chismoso que me había pasado justo el día que me iban a quitar los
puntos… y el del tabique desviado por subirme con el mas peque al ratón loco en
la feria y su pequeña cabeza me golpeo
cada vuelta… o la pelota de softboll,
que me reboto en la nariz… y la marca de mis rodillas porque se le cayeron los
frenos a la avalancha cuando iba directo a la calle y caí en un montón de
cristales… ya más crecida la quemadura
del escape de una moto en mi pierna derecha en la universidad… y así algunas de
las cicatrices visuales de mi cuerpo que si sigo… las hojas no terminarían de
alcanzarme… ya ven que llevo 1351 escrito narrando las cicatrices de mi corazón…
que siguen aquí… haciendo a esta mujer nada trivial… un día después de que le dolieran las anginas
y creyera que se iba a morir de coronavairus… por no estarse quieta… jajajaja si
ayer los miedos de la pandemia me
alcanzaron pero solo fue que este calor
infernal, el clima y el ventilador, el helado, el agua fría… y la frialdad del
viento en días pasados deje… que me alcanzaron. Ya saben que soy alérgica a los
cambios y ya me inyectaron… y aquí sigo escribiendo un poco de mis cicatrices
visibles, de la niñez porque mañana es día del niño y recordé cuando adoraba
estos días, ropa nueva, fiestas aburridas, comida, dulces, día de no clases… lo
cual odiaba porque me encantaba estar en la escuela… si soy media ñoña… lo se aun lo sigo siendo…ya saben
que adoro los museos y el placer culposos de la historia antigua, del
renacimiento, las leyendas… pero eso es otra historia…
Holaaaa, un gusto saber de nuevo de ti. Me acordé de tu foto cuando pasaba.
ResponderEliminarUn abrazo