12 febrero, 2010

El encuentro del amor...



Paola Villela

“Pensamos que amar es tener derechos, pero la ironía del amor es que se funda en renuncias; pensamos que amar nos legitima a tener. Nos olvidamos que amor es ceder. Darse”, Chano (Jorge Lavat) en la película “El Estudiante” (Roberto Girault, 2009).

Nuestra vida está marcada por los encuentros que tenemos. Si venimos a esta vida fue por aquél que tuvieron nuestros papás; nos desarrollamos y crecemos gracias a los encuentros que vamos teniendo a lo largo de nuestra existencia: con nuestros padres, familiares, amigos y conocidos. Y, de una forma más trascendente, estamos llamados al encuentro de nuestro Creador.



Es por ello que la realización de la persona radica en el encuentro con otros, no en el apartamiento, pues en la soledad espiritual y humana no hay nada, ¡sólo uno mismo!, por ello, no podemos realizarnos, desarrollarnos ni crecer.

La soledad y el egoísmo son la receta perfecta para la infelicidad, ya que curiosamente al arrebatarle a los demás nos empequeñecemos, mientras al entregarle y sobre todo entregarnos a quienes nos rodean, es que encontramos la plenitud, la realización, la felicidad.

Vivir es aprender a amar, a darnos a los demás en lo cotidiano; en esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Nos donamos con una sonrisa, un abrazo, una caricia, un beso, al obsequiar una rosa simplemente porque sí; al esperarlo despierta hasta tarde; al escucharla a pesar del cansancio, al caminar juntos de la mano.

Es en esa renuncia en la que alcanzamos nuestra plenitud y más cuando encontramos a esa persona a la que libremente decidimos amar y le entregamos todo lo que somos y aspiramos ser. En esa recíproca entrega es que creamos un proyecto de vida común. Un encuentro fecundo en amor, cuyo fundamento son la entrega y la renuncia.

El amor es renuncia, no derechos. Es darte. Como dice también en “El Estudiante” la voz de Chano, Jorge Lavat: “Al final eso es lo que creo que es el amor: hacer lo que tenemos que hacer para ser dignos del ser amado”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario