11 marzo, 2010

Un adios en palabras al viento...


No se cuando envié esta carta, solo se que aquí estoy escribiéndote, después de una larga noche, de pensar mil veces lo que me dijiste y el porque de tu adios, del porque lo acepte y del vació que me dejas aquí adentro…

Se que la decisión que tomaste no ha sido fácil y aceptarla a mi mucho menos, quise estar lo mas serena posible, no quería discutir, mas de lo que ya habíamos hecho el fin de semana, que al igual intente que no pasara y paso, se que podré decirte mil cosas de ese dia pero no puedo cambiarlo al igual que tu tal cual lo platicaste ayer, somos demasiado intepestivos, creeme no fue mi intención que todo esto acabara asi…

He entendido el porque has decidido marcharte porque aun te faltan muchas cosas por hacer y tu decidiste y que yo no puedo seguirte ni quisiste perjudicarme… como veces anteriores decidiste por los dos…

Cuando paso el accidente hace 7 meses atrás, te di mi palabra que te ayudaría a salir de esta y que ahí estaría a pesar de todos los tropiezos y problemas que salieron en el camino, ahí estuve, las veces que decidiste terminar, me repetía una y otra vez que el día que estuvieras fuera de tu cama iniciando tu vida, ese día te volvería a plantear siquerias que me quedara… y ese día llego ayer, por eso mismo acepte lo que me decías y lo entendí, y a pesar de que me partiste el corazón y rompiste los sueños que hace siete meses se quedaron esperando por ti, me fui, se que escribo esto porque ayer no quise hablar mucho, fui a escucharte, a entenderte, siempre has sabido que mi lema es que a la fuerza ni los zapatos entran y ayer al verte a solo un paso de iniciar tu independencia de nueva cuenta, y vi en tus ojos la fuerza con que tienes que hacer muchas cosas, preferí callar lo que sentía, quizás hoy estoy aquí plasmándolas al viento, ese que ayer se llevo tus palabras y se llevo esto que algún día empezó…

Quisiera poder odiarte, pero no puedo… en estos momento de mi vida, la vida me pega por muchos lados, en mi salud, en mi familia, y en la mujer… como siempre te lo dije, tu hiciste que yo recordara a la mujer, sus sueños, sus anhelos, sus deseos, yo había decidido estar sola, tu hiciste que retomara el sueño de una familia, de compartir mi vida, mis ilusiones, ayer te decía que yo no esperaba nada de ti, porque sabia que era en esta etapa donde se decidiría nuestra vida, no niego que guardaba muchas esperanzas de que funcionara, pero ayer al escucharte hablar y decir que por mas que lo intentaste alcanzarme no lo lograste durante estos meses, me partiste el corazón y fue ahí donde entendí que no podía hacer nada, que mi espera de todo este tiempo había llegado a su fin, yo decidí arriesgarme y esperarte, pero no se pudo…

Y eso no deja de lado todo este sentimiento que tuve y que tengo aun por ti, se que el tiempo es sabio y pondrá todo en su lugar… hoy no te digo Adios, sin o Hasta siempre, que encuentres lo que buscas de la vida, haz que valga la pena todo este dolor que hoy deja tu adiós…

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