02 mayo, 2009

Leonardo da Vinci, casi 5 siglos...

Este mes de mayo se cumplen 490 años de la muerte de uno de los personajes más destacados del Renacimiento y de la historia: Leonardo da Vinci. Este pintor, escultor, inventor y emprendedor de otras actividades, nació en Italia en 1452 y fue hijo de una campesina llamada Caterina, y Ser Piero, un adinerado notario.
Sobre este artista se ha especulado acerca de mensajes ocultos en sus obras. Cuestiones oscuras relacionadas con sectas y religiones han despertado el interés de investigadores y del público en general. Pero más allá de posibles secretos y misterios, cuya veracidad no ha podido ser realmente demostrada, Leonardo di Ser Piero da Vinci fue un artista excepcional.

Lo realmente importante acerca de Da Vinci es la gran aportación que legó a la humanidad, pues fue un visionario e inventor, cuyos trabajos se extienden hacia campos como las matemáticas, la mecánica, la botánica y la anatomía.
Una de sus pinturas más conocidas y analizadas es el retrato de la Mona Lisa, o Gioconda. Este óleo, considerado por muchos como la obra más famosa del mundo, fue pintado entre los años 1503 y 1506.
Se dice que la mujer que aparece en el cuadro fue Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo, quien encargó al artista la realización del lienzo. Sin embargo, hay quienes afirman que el rostro que se vislumbra es el de Da Vinci, por lo que esta pintura podría ser un autoretrato.
Lo atractivo de esta pieza es que en ella se incluyen algunas técnicas innovadoras, como el juego de sombras y luz, llamado claroscuro, que permite dar profundidad a las figuras; o el sfumato, que difumina los contornos. Esta última técnica, que Da Vinci aplicó en las comisuras de los labios y ojos de la Mona Lisa, ha provocado interés por las diferentes emociones que, se dice, expresa el rostro.
El difuminado en la cara hace que el ojo humano, que tiende a completar las formas, perciba las imágenes de diferentes maneras; para algunas personas los labios y ojos terminan hacia arriba, y para ellos la Gioconda refleja alegría. Para otros, las comisuras se completan hacia abajo, expresando seriedad.
La manera de interpretar dicho rostro depende de la forma en que cada quien complete los rasgos difuminados, y de la posición desde la cual lo contemple. Es tal la especulación sobre este cuadro, que se han llevado a cabo estudios científicos, concluyendo que, básicamente, la Mona Lisa expresa felicidad.
Es mucho el interés que despierta esta obra de 77 por 53 centímetros, que se exhibe en el museo de Louvre en París, Francia. Pero esta atracción no siempre ha sido positiva. En 1911 Vicenzio Peruggia, un empleado del museo, robó la pieza, misma que fue recuperada en Italia dos años más tarde, cuando Peruggia trató de venderla.
Años después, en 1956, el boliviano Ugo Unganza Villegas arrojó una piedra al cuadro, dañándolo. Actualmente, el óleo plasmado sobre madera de álamo, se exhibe en la Salle de Etats del Museo de Louvre, protegido por un complejo sistema de seguridad.
Además de grandes obras pictóricas, Da Vinci desarrolló inventos increíbles, artefactos que hoy en día utilizamos en nuestra vida cotidiana, como las máquinas voladoras. “La gran ave”, como él la llamó, fue el resultado de sus estudios sobre pájaros, para ver de qué manera lograban despegar y mantenerse en el aire.
Su invento reproducía los movimientos que dichos animales hacían con sus alas. Además, tendría cuerdas y poleas para formar alas anchas, y un piloto iría dentro del artefacto, pedaleando y haciendo girar un mástil, que lograría la fuerza suficiente para elevarse y volar.
Otros de sus inventos consisten en máquinas de guerra. Diseñó sistemas de defensa y ataque, como vigas ocultas dentro de muros, que empujarían las escaleras de los enemigos que quisieran escalarlas; una ballesta gigante con varios mecanismos de disparo, máquinas que podrían disparar varias flechas al mismo tiempo, girando una manivela; y un vehículo impenetrable que protegería a los soldados de flechas, balas de cañón y que les permitiría avanzar.
En arquitectura, las aportaciones de este artista italiano incluyen el control del espacio a través de la geometría, que puede emplearse en la construcción de domos y arcos en iglesias y otras construcciones. Él demostró que dos arcos sobrepuestos, en donde cada uno soporta el peso del otro, dan fuerza y estabilidad a la edificación. También diseñó ciudades enteras con estructuras en dos niveles, con escaleras en espiral y una eficiente red de canales.
Gracias a sus estudios sobre anatomía, en donde analizó no solamente el movimiento de músculos y huesos, sino las proporciones que cada parte del cuerpo humano guarda con respecto al resto de su estructura, creó lo que podría considerarse un robot primitivo.
Su caballero mecánico vestiría una armadura y podría sentarse, mover los brazos y girar la cabeza, incluso podría abrir y cerrar la boca. Estos movimientos se lograrían por medio de sistemas mecánicos elaborados con cuerdas y poleas, uno para controlar las extremidades y el otro para manejar los movimientos de cabeza y rostro. Éste y muchos otros inventos y estudios se conservan todavía en cuadernos que el mismo artista escribió, por cierto, de derecha a izquierda.
Da Vinci murió el 2 de mayo de 1519, a la edad de 67 años en el castillo de Cloux, en Francia. Este hombre, dotado de una gran capacidad de observación y una imaginación inigualable, logró creaciones que aún hoy nos sorprenden.
Pero algo que no pudo diseñar, como él mismo refiere, fue al hombre mismo, pues “la única cosa que la máquina no tiene es la habilidad de pensar. La inteligencia proviene del hombre”.

1 comentario:

  1. oorales!!

    muy interesante!!! ... muuuy interesante!!

    =) grax por todo!!

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