Cada noche

Siento el vació de mi soledad.
No me asusta ni me espanta…
Solo reclama los silencios del alma
Pero al paso de los años..
Ese enorme ego me hace daño…


Hay días que quisiera olvidar
Los vacíos…
Hay noches que revelan mi futuro…
De esas cosas que callo…
Que nunca me atrevo a decirlo…
De esas cosas que sueño…
Y me guardo para mis silencios…
Hay noches en vela…
Pensando en eternidades
Intentando poner un poco de orden
A esta revolución de sentidos que abaten mi vida…
Y cada noche vuelve lo mismo…
Pensar en soluciones…
Es espacios…
En sueños…
En recuerdos…
En tantos sentimientos…
Que están por doquier…
De aquellos fantasmas que no creí necesitar…
Que cada vez que menciono que no te necesito mas
Es como si tatuara uno a uno mis silencios…
Esa tonta frase que se repite una otra vez…
Que me recuerda porque me aferre a tu piel …
Y aun cuando apareces de la nada…
Cada madrugada…
Y me tocas... con todas esas verdades…
Con todos esos silencios…
Convirtiéndome en eso que nunca quise llegar a ser…


Cada reencuentro y despedida…
Me pregunto siempre lo mismo que tu piensas…
Que aun no hemos querido responder…
Y creo que no tenemos prisa…
Con verdades a medias…
Con vacíos interminables…
Con silencios inagotables…
Con tanta cosas aun por descubrir…
Con tantas cosas aun que decir…
Preguntaste alguna vez…
Si terminaríamos de charlar así…
sin tiempo, sin prisa…
Si las palabras se nos acabarían…
Aun no lo se no lo descubro…
No lo entiendo… y ni lo intento…
Es ese misterio que siempre nos acompaña…
Somos tan el uno del otro… sin preguntas…
Sin medida… sin cuestionamiento alguno…
Me decías que me quieres ver feliz…
Y lo mismo te deseo yo a ti…
Aprenderemos alguna vez a serlo…
Sin la necesidad el uno del otro…
Eso llega en  mis noches de reflexión…
En mis días… con el sol y la luna…